Tengamos cuidado, no vaya a venir el huracán y se lleve no sólo el símbolo, sino a nosotros, decía Blas Infante. No se equivocó. Por eso, entre otras razones, hemos abierto las ventanas de la reflexión para mostrar a un personaje tan crucial en la historia de Andalucía. Descubrir a Blas Infante hoy, puede parecer a los ojos de algunos el inicio de un camino hacia la utopía y la irrealidad, pero citando a Octavio Paz, la irrealidad de lo mirado da realidad a la mirada.
Y para irreal, nuestra experiencia. Hace menos de un año, en plena fase cero, nos encontrábamos dedicando largas jornadas, incluidas horas de noche, para finalizar el montaje del documental titulado El complot de Tablada. Una verdadera carrera de obstáculos que continuaría con la prolongación de las medidas de confinamiento. Para entonces el nuevo reto era el poder realizar un preestreno digno y cumplir con nuestro empeño de traer, al presente de la vida, de la pantalla y del espectador, la imagen irreal de Blas Infante haciéndola, finalmente, verosímil y real a nuestra mirada.
Y pudo ocurrir entonces. El pasado día 9 de Julio de 2020, la Fundación Blas Infante organizó el preestreno del documental en un acto de aforo limitado por las circunstancias del patógeno incontrolado.
Los asistentes – miembros de la familia Blas Infante, miembros de la Fundación, historiadores entrevistados, actores, músicos y productores – mostraron en general una gran satisfacción por el rigor histórico y por las claves pedagógicas de un relato que, con el recurso de la ficción documental, nos recreaba uno de los episodios más interesante, por inédito, de la historia reciente de Andalucía. E importante ha sido la aportación de prestigiosos historiadores de contrastada solvencia investigadora y académica como Leandro Álvarez Rey, Juan Ortiz, Manuel Ruiz, Isidoro Moreno, José María García, Eva Cataño, José Luis Gutiérrez, Joaquín Gil-Honduvilla y Francisco Carmona.
Fue el 7 de octubre cuando pudimos verlo, al fin, en la gran pantalla de la Fundación Tres Culturas. Un estreno al que acudieron expertos, entre ellos algunos de los intervinientes en el documental, además de otros muchos entre los asistentes. El debate nos ofreció la conclusión generalizada de que este tipo de contenidos debe encontrar canales de difusión para ocupar el espacio que se merece, además de llegar a las aulas.
Dos meses más tarde, el 5 de diciembre, se organizó una nueva proyección en el Espacio Antiquarium. Por la gran demanda de entradas, tuvimos que doblar los pases gracias a la predisposición de los organizadores.
Tenemos, a día de hoy, pendiente la proyección en otros lugares a los que, por aplazamientos forzosos como Jerez de la Frontera o la Facultad de Comunicación de Sevilla, tuvimos que suspender. Esperamos también el próximo estreno en Canal Sur abierto a toda la audiencia de Andalucía, y no cesaremos de gestionar, con otras instituciones, nuevas proyecciones en diferentes lugares de Andalucía, de los cuales iremos informando.
Pero una de las mayores alegrías no las ha dado el alumnado de bachillerato del IES Gustavo Adolfo Bécquer de Triana, que gracias al empeño de su profesor, Daniel Montes, han podido ver, analizar y debatir el documental. Los alumnos nos han revelado algunas de sus reflexiones, entre ellas, el haber descubierto el desconocimiento sobre la figura de Blas Infante, como padre de la matria andaluza. Y es que el documental no se limita a contar los sucesos de El complot, sino que además profundiza en el perfil de un Infante humanamente sobrecogido por el contexto histórico, por la crisis económica y la pobreza que afectaba a una Andalucía plagada de las tensiones que acababa de heredar la Segunda República.
Fue sobre todo, para el alumnado, el descubrimiento de la cosmovisión de este personaje tan singular y desconocido. Es por eso que la producción sobre “El Complot de Tablada”, representa la primera parte de una serie que sobre Blas Infante realizaremos. Esperamos obtener el apoyo necesario para continuar el trabajo pendiente.
Ahora queremos dar la mayor difusión posible al documental, para que este episodio injustamente tratado por la historiografía de las fake news, sea al fin conocido por la ciudadanía andaluza en toda su dimensión, pues la cultura y la recuperación de nuestra memoria son valores esenciales que necesitamos preservar.